viernes, 29 de septiembre de 2017

Su Xiaoxiao





trozos

le oí decir sólo a trozos me fui porque no porque creía que él y si todos
pensé que me iba a quemar le di algunas vueltas tuve
miedo dijo sí él lo había dicho bueno escuché cosas
de este tipo excusas o yo diría lamentos
quejas imperceptibles quejas
como un fino polvillo de raíces
trituradas algún árbol muy joven con la madera
podrida





restos de polen



ante todo le
espanta lo que las palabras
pueden hacer

intenta esquivar las que más pesan las que
están llenas de voces las que
se enraízan guarda sólo las
vacías
el aire lo que apenas pasaba rozando
y se iba
los restos de polen adheridos
a la ropa

también el contexto lo que hay
alrededor de ese vacío lo que parecía inerte
pero se movía sin cesar hervía

y hacerlo más o menos
como un niño que
canta
sin oírse
sin terminar sus frases





aire


qué significa si el discurso de
alguien
se quiebra constantemente

los otros miraban raro porque de repente se
hacía una zona
de aire se a
-bría
un vacío en
medio de la frase siempre una o
dos palabras se
perdían o
eran aleatoriamente sustituidas por
otras
muy lejanas
desesperadamente alegres





peces rojos



sé que no volveré a escribir, estoy cansada
del lenguaje y de sus peces rojos

las frases se deshilachan entre mis dedos

demasiado tiempo, sí, demasiado
masticando algas cargadas de electricidad

vivo con el miedo a que este débil hilo de agua
que me riega
se seque





pasillos



dormir eso era lo que hacía cuando ya
no era posible
más

demasiada información
perdiéndose, se quedaba ahí en
medio temblando con la pregunta
sin
atreverse




de golpe la necesidad de rechazar todo eso, de buscar
una manera diferente de
estar

preferiría romper puesto que

nada
en verdad permanecía
estable,

millones de haces invisibles vibrando
alrededor de su cabeza afilando la velocidad




el ruido se adensa hasta saturarse
dentro de los oídos como una
masa blanca y luego negra

más y más horas durmiendo
atendiendo sólo al ritmo de la circulación
por los pasillos azules





residuos

caminaba anotando todos esos lugares cerrados, las repeticiones de números
los códigos perdidos
asumió el pesado deber de decir nada
sabía que se adentraba en una vía muerta pero cada vez aceleraba más el paso
pronto empezó a hablar lenguas incomprensibles
pero a nadie le fue dado el don de responder

residuos eso era lo único que teníamos
palabras deshechas flotando en una inestable red de
pausas y silencios
sin principio ni fin sin destinatario ni función


algo como una ciudad después de un bombardeo









Su Xiaoxiao (Madrid, 1989). Estudió filología y teoría de la literatura en la Universidad Complutense de Madrid. Desde hace cinco años vive en París, donde ha cursado estudios de máster en literatura y edición en paralelo con su trabajo como profesora y su dedicación a la escritura y a la traducción de poesía francesa contemporánea. Sus poemas han aparecido en diferentes publicaciones digitales (Revista Kokoro, La Tribu, Jámspter, Transtierros, Electrodependiente, entre otras). En 2015 publicó su primer libro, La casa de la ciénaga (Ártese quien pueda), y recientemente ha participado en la antología de poesía futura Voz Vértebra (Kokoro Libros, 2017).

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