martes, 31 de enero de 2017

Luis Eduardo García




VIDA DE LOS POEMAS CONCEPTUALES

Adopta uno. 
La nueva temporada otoño invierno los ha traído en rojo, o mejor dicho, en algo  
     similar al rojo, pero que en realidad no está ahí. 
Ayer los vieron entrar de puntillas al espacio aéreo de Alemania
(o quizás eran cometas). Los especuladores siguen jugando con los precios.

No te asustes, ahora mismo hay uno sentado junto a ti.

¿Y si te digo que tienen sentimientos? Piénsalo dos veces antes de tacharlos
o de prenderles fuego. Por ejemplo
los de mantenimiento creyeron que eran los restos de la fiesta y los metieron a una 
     bolsa.
Qué triste.

Alguna vez armé uno con dos piedras y alambre de púas. Lo extraordinario es que 
     viéndolo de perfil era muy parecido a un urinario. Dato cultural:
los efemerópteros son un orden de insectos pterigotos y viven más tiempo

lo que no es necesariamente bueno.

En fin, lo que quiero decirte es que tus amigos se extinguieron durante la mudanza. 

Lo más probable es que todos ellos vayan al limbo
donde los niños sin bautizar los convertirán en composta para embellecer sus   
     jardines. 






Y SI BUSCARAS LA CABEZA, SÓLO HALLARÍAS EL CUERPO

Otro más. El cáncer está ahí, detrás de cualquier cosa: 
caminatas nocturnas por el campo, agua purificada.  Todo es una invitación a 
     dejarlo entrar. 
Pero la realidad es tan extraña que salir en su búsqueda significaría no  
     encontrarlo. 

Como cuando buscamos el amor y en su lugar recibimos una cabeza de iguana  
     envuelta en papel dorado.






MARGUERITE PORETE EXPLICA EL PROCESO QUIRÚRGICO POR MEDIO DEL CUAL DIOS CONSIGUE ABSORBER A SUS AMADOS 

Luego del cortejo, realiza una pequeña incisión
en el alma. Enseguida
vierte la paz divina por dicho orificio
utilizando un embudo. 
En cuestión de segundos, la sustancia gloriosa licua el alma
del amado hasta obtener un jugo muy dulce. 

Finalmente, introduce con cuidado su hermosa probóscide
y succiona hasta dejar una esfera vacía.






FRESCOS MEDIEVALES YUGOESLAVOS

No los encontrarán aquí. Sólo existo porque la música de una frase extraña
clavó un arpón invisible en el cerebro de un sujeto
otra vez.












1

Alguien vio a la lírica robarse los bocadillos. ¿Mentía
o no mentía? De cualquier modo lo golpeamos
por perturbar la fiesta. Si en España hay reservas protegidas
¿por qué no? Lo importante es reconocer que no es un dodo;
mientras hombres y mujeres sigamos arrasados
por causas invisibles, ella pondrá su tienda 
y nos despertará a mitad de la noche para pedirnos agua. Lo importante es:
¿cómo iba vestida? Tal vez con una sábana blanca
 o tal vez cubierta de abejas. En este punto
aún no sabemos si se trata de un fantasma, de una especie amenazada
o de una nueva máquina que revolucionará el mercado (el testigo está en coma).
Sabemos que se mueve y que trata de imitarnos. A veces
parecerá un pez a punto de asfixiarse y otras una botarga. 

Ahora tocan a la puerta. 
Es ella.
Veré si la atraviesa, pide ayuda o trae un manual de instrucciones 
para incendiar la casa.  

2

Acaba de ganar un premio; en su discurso olvidó darnos las gracias
pero habló dos minutos del deshielo. 

3

Todos los “yos” cotizaron a la baja.
Todos los “yos” sufrieron envenenamiento con mercurio.
Todos los “yos” fueron comprados por un gigante asiático. .
Todos los “yos” han sido descontinuados.

4

Demuestre que no es humano
apagándose ahora.

5

El problema es decir: mi corazón es un ciervo celeste. Aquí dentro nieva. Decir 
mi herida o la vena negra de ciertos crustáceos. No importan tus recuerdos
por más vivos que sean. Y no sirve reemplazarlos por luces.
Para que el cielo te sorprenda
¿no será necesario colocar un rectángulo rojo en alguna de sus partes 
o un trozo de cielo en el marco? ¿Qué tal un glitch
al fondo del poema? Bacterias. La lírica puede cortar todavía
si interrumpe la blancura
o deforma el paisaje. Ese ruido de espectros
suena a música.




Luis Eduardo García (Guadalajara, México, 1984). Autor de Pájaros Lanzallamas (Tierra Adentro, 2011), Dos estudios a partir de la descomposición de Marcus Rothkowitz (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2012; Libros Tadeys, 2015), Instrucciones para destruir mantarrayas (Filodecaballos, 2014), Una máquina que drena lo celeste (Zindo & Gafuri, 2014), Sentencias sobre arte conceptual. Versión con bacterias (Palacio de la fatalidad, 2015) y Armenia (Filodecaballos, 2016). Mantiene el blog http://pajaroslanzallamas.blogspot.mx/ 

jueves, 26 de enero de 2017

Alejandra Lerma








El silencio en nuestro verbo

Hemos nacido en silencio
el silencio en nuestro verbo
construimos el lenguaje por temor
y vamos tropezando tristemente
entre palabras
que hace mucho no nos dicen nada.












Estoy en la línea de fuego
ella tiene todos los años de la angustia
me apunta con su rifle de palabras rotas

Caigo
Sigo de pie
en el suelo

Soy un fragmento de todos mis fragmentos
la sangre se agolpa en mí

Grito
callo

La guerra ha terminado
no termina nunca
sigue subiendo el humo
sale por mi garganta

Soy una extraña
derrotada por otra extraña
que también soy yo
Me asusta el miedo
que me nace
como un campo de insectos
sobre el pecho
Muerdo mi lengua
ahogo mis manos
para que no escriban

Sé que estoy viva
estoy muerta
es lo mismo
con diferentes luces
no importa
soy yo la que me apunta.








Parece

Parece que es mi voz la que te habla
la que pide que te quedes
que regreses
a este lugar que no conoces

Pero no es cierto
me estoy quedando muda
quieta
como una estatua al sol

Las aves se posan en mi rostro
y ni Dios me recuerda

Solo hay un aleteo
lejos
viene de un amor dormido
de un amor herida que no sangra
de un amor no nuestro

Mis ganas de correr, de ir a buscarte
de quedarme anidada entre tu pecho
se desgastan en esta hora luz

y sigo quieta
y sigo siendo yo
sin ser ya nadie.











Mucho más que la vida

A Juan Manuel Roca, que me acompañó a pastorear demonios

Existo mucho más en mis poemas
que en mi vida

Cuando escribo pastoreo los demonios que me pueblan
dejo que se alimenten del agua de la noche

Hablo el idioma de mis fantasmas
los traduzco
para que sean amigos

Escucho con total claridad lo que dicen los muertos
y al verme sonreír abren los ojos

En mi poemas
desvanezco la angustia
construyo espejos para el alma
aprendo a ver de nuevo

Navego el llanto
naufrago en el centro de la calma
cambio lo turbio por viento


Cuando escribo detengo cualquier guerra
comprendo el odio
enaltezco lo terrible
perdono a Dios


Dejo que llueva por siglos
transformo mi sexo
ofrendo mi dolor a la luz
amo lo humano

Confieso todos los miedos
dejo que la bruma me circunde
abro mi pecho al sol
atravieso el pensamiento

hago que mi mundo sea otro
me conozco como nunca
vivo más allá de la vida.








Alejandra Lerma (Cali, Colombia, 1991)

Con estudios en comunicación social y periodismo  de la Universidad del Valle. Sus poemas han sido publicados en una Antologías individuales El Lenguaje de Mi Alma (2008) y  “ Oscuridad en Luz Alta” ( 2015),  participó en obras colectivas como la Antología Poética Amores Urbanos (2011) y Trébol de cuatro hojas ( 2014) , actualmente se encuentra en proceso de edición su libro Precisiones sobre la Incerteza ( 2016).  Ha sido ganadora  en  el III Concurso Departamental de Poesía “Casa de La Cultura” (Jamundí, 2008);XVIII Concurso de Poesía Edición Embalaje del Museo Rayo (Roldanillo, 2008), Concurso de Poesía Red de Bibliotecas Comunitarias de Cali, 2009,   II Concurso de poesía Ciudad de Palmira (2014)   y el  en el  I Concurso Nacional de Poesía Tomás Vargas Osorio ( 2016) . Fue ganadora de la beca de estímulos para publicación de autores caleños en 2015 del fondo mixto de cultura y la secretaría de cultura de  Cali,  obtuvo esta misma beca en el 2016 en la categoría de publicación digital con la compilación de poesía “ El Ojo del Huracán”, Su libro Precisiones sobre la incerteza, se encuentra en proceso de edición.

Algunos de sus poemas han sido publicados en las revistas de poesía:  Barbarie Ilustrada, el blog de Emma Gunst,  Otro Páramo, Círculo de Poesía, Luna Nueva  y Literariedad.




jueves, 19 de enero de 2017

Reseña: Bajo, de María Emilia Merlo. Por Mauro Quesada




Bajo
María Emilia Merlo.
Editorial Gigante
48 páginas. 2015



¿Cómo hablar sobre el mundo que te rodea? ¿Cómo nombrar los elementos de ese mundo? ¿Cómo escribir poemas que den cuenta de eso y a la vez puedan ser emotivos y queden resonando? ¿Cómo escapar a los lugares comunes? Tal vez sean algunas de las preguntas que subyacen en Bajo, el primer poemario de María Emilia Merlo.
El mundo que aparece en este libro es un mundo supuestamente sencillo, palpable, cotidiano. Esta cuestión se puede observar en trazado geográfico que plantea: Rosario, Temperley, Pompeya, Avellaneda, La Matanza Constitución, el Bajo, entre otros. En estos lugares transcurren los poemas y además funcionan como una declaración de principios. Es el lugar donde está y donde quiere estar. El Bajo. Pero este Bajo sirve de escenario para montar este tejido poético.
Hay algunas referencias culturales o populares una generación a la que no pertenece la autora como ”Veranito San Juan” o “Lo que no tiene es remedio”. No se percibe como una burla sino como una suerte de apropiación de esos discursos para dialogar con otras generaciones. También se apropia de otros discursos muy ajenos a su acervo ideológico, en este caso sí para parodiar: “se va a llenar de negros/ chinos/ petisos”.
Se perciben varios estados de ánimo. Ansiedad: “Me gusta molestar al perro mientras duerme”; “Salgo a fumar/no puedo dormir”. Tristeza: “/me pongo a ver fotos de perros perdidos y hace frio”. Desconcierto: “No sé ni que día es”. Pero no hay drama innecesario ni euforia desmedida. Todos los poemas tienen el tono justo. Son creíbles. Le creemos a ese yo poético que anda por la vida haciendo y observando cosas excéntricas o extrañas: “Me puse a fumar en la bañera/ sí/ adentro/ acostada”; “encontré un papel con tu letra/ sin sentido/ dice cosas como/ gasoil/ y/ Antonio/ no lo conozco, no sé quién es”.
En este libro hay una disociación entre la realidad y el deseo. El yo poético casi siempre quiere estar en otro lugar o haciendo otra cosa: “ojalá estuviera en la cancha ahora”; “Si pudiera o pudiese”; “Tiré un peso al inodoro y apreté el botón y pedí estos deseos”; “Ya quise que alguien se quede para siempre”.  No son lamentos ni la queja de transitar esa vida y no otra vida sino las posibilidades o dimensiones que ofrece el mundo. Incluso también aparecen dudas que nos otorga varias opciones: “Joaquín compró un ramo de rosas o en realidad fue una sola”. En el fondo todas estos viajes imaginarios, al igual que la poesía como medio, sirven para finalmente contar la realidad: “Todo lo que no fuimos/ es eso que no va a ser.”


Mauro Quesada

martes, 17 de enero de 2017

Emilio Hernán Herrera




PISO FLOTANTE


no hay manera de escapar
de esconderse del miedo
como hacíamos de chicos
cubriéndonos con una sábana

en la tele informan que está lloviendo
que el verano termina mal
con grandes tormentas
trato de seguir escuchando
pero la alarma del auto es más fuerte
se multiplica
como el viento
que rompe los vidrios de las casas
un rayo azul se clava en la antena
la luz de todo el barrio se corta

alguien golpea la puerta
es el agua que ya tiene forma de ola
convierte el espacio
en una habitación flotante
el gato salta sobre la cama
ya estamos nadando,
el nuevo río nos lleva.




DIALÉCTICA DEL FUEGO

me pregunto si la desesperación
es igual para todos
Si Hegel, cuando se sintió morir
se sintió realmente morir       
                                                                                  Fabián Casas
                                                                a Julieta Lerman



en esta habitación
llena de tijeras en la mesa
recortes que vuelan hasta tocar el piso,
una voz inconclusa de la calle
dispersa el vaivén de los graffitis
que se van formando en su caída


todo puede pasar
que la luz no sea azul
que este pensamiento ilógico
de ser una simple sombra
en un mismo cuadro
tampoco sea nada

repito varias veces lo mismo
intento ordenar lo dicho
mientras observo
cómo el fuego de este último cigarrillo
lo quema todo
y me acuerdo de Hegel
sin preguntarme si aquella noche
verdaderamente sintió la muerte.
  


                                       (pertenecen al libro UN CUARTO AZUL)




OBJETOS SIN NOMBRE


el deseo de plantar
un limonero
se fue por la alcantarilla
como todos los libros de poemas

autores de todas las generaciones
se fueron
recorriendo el pasillo central
del edificio
pasando la puerta de rejas
hasta las zanjas muertas
donde se acumulaban
las pérdidas

los objetos sin nombre
parecían todos, la misma cosa
no había forma de retenerlos

el agua los había convertido
en seres vivientes
que sabían flotar
pero no sabían qué destino tomarían.




                                                                       (inédito)




ÉXODO MARITIMO

en el fondo del agua
sacan a las vacas vivas
las van llevando en fila india

los caballos con sus patas congeladas
van ordenando la tropa
del otro lado de la zanja infinita

allí había pastizales
soja trigo avena
que ningún dios comerá

entre la zanja y el hundimiento
aún se ve la tranquera
que alguna vez fue campo abierto
con sus cosechas tempranas
esperando el nuevo invierno

ahora todo está ahogado,
es un río infinito

                                                                                  (inédito)




MOLINOS DE AGUA


el hombre de la ciudad
ve por primera vez
la aldea de los molinos de agua

diez molinos de madera
van tomando el agua del río
mientras unos niños corren
cruzando los puentes

llevan flores en sus manos
ofrendas humildes y de colores
que dejarán sobre una piedra enorme
que pertenece a una tumba

allí duermen los restos
de un campesino que pasó los cien,
un sabio y puritano
que enseñaba las letras

el hombre
ve contento aquellas cabañas de bambú
el sonido de los pájaros libres
el canto del río calmo
sometido a los molinos

la música más cercana a la paz
en un lugar que no le pertenece
le dan ganas de tirar su reloj
a un pozo ciego

dejar su ofrenda floral
rasgar sus vestiduras occidentales
ser un campesino con quimono.


                                                                                              (inédito)



SOL DE OTOÑO


pega el sol contra mi cara
es una suerte ver el azul limpio
tener la persiana levantada
mientras anoto expediente por expediente,
las chicas se quejan
de tener mucho trabajo

es lunes bien temprano
el sol quiere decirnos 
que aún tiene energía
para hacernos pensar en el verano

fingir que ese cielo tiene el canto de las olas
o hacernos ver los expedientes
como toneladas de arena

mi mano sobre la cara,
el sol tiene ese encanto
de hacernos creer que hay sólo
una estación por año

me arremango el pullover
de bajo de el
tengo tres o cuatro remeras,
creo que perdí la cuenta

sigo anotando,
las carpetas entran en calor
afuera hace frío,
por un rato no importa demasiado.

                                                                                  (inédito)




BAJO EL PARAGUAS


entre el bloqueo de la gente y sus paraguas
está la idea de huir de París
y que tu baile en la tormenta
tape cualquier imprudencia
que se me ocurra decir.


Emilio Hernán Herrera nació en el barrio de Belgrano en el año 1978. Estudiante de Letras. En el año 2006 publica, para Ediciones Baobab, su primer libro, Ocho lunas de una noche de Carlos Oquendo, donde presenta una selección de sus heterónimos, homenaje al poeta Fernando Pessoa. Participó en la Antología de El Rayo Verde 2013, 2014 y 2015, 2016. Es parte de la VII Antología de Ediciones Ruinas Circulares 2015 como finalista. En el 2016 presentó su segundo libro: UN CUARTO AZUL, por ediciones El Ojo de Mármol.