jueves, 8 de septiembre de 2016

María Emilia Merlo






Ajeno

miro fotos
del verano dos mil once
adolescentes en viaje
vestidos de chifón
teníamos parques
y la posibilidad de construir
una casa desde los cimientos.
decían que nos parecemos
que podríamos ser hermanos
a mí no me gusta eso
sabe dios que sos
por lejos
mucho mejor,
mi vida.




III

el chivo expiatorio de todo el mundo
trato de no volver
pero vuelvo
a tomar
a fumar
a boxear el espejo.




Baby

a nadie le interesa qué soñaste anoche
si pesadillas o números para la quiniela
perdonalos
sabés
coger con un pelotudo es como coger con muchos pelotudos
ya vas a entender
hay cosas buenas, todavía
la forma en que la luz
cae oblicua todo marzo
y el graffiti ese
sobre pavón 
al fondo.




El futuro

bebé
no me absorbas con esos ojos
que ya tengo un pie fuera de todo esto
y el amor de los hombres me abruma 
hasta no respirar.




Password

soñé con un novio brasilero
se llamaba rodrigo
iba a quererme nomás 
si operaba mi nariz
entonces
para conseguir la plata
entraba a un reality show 
donde tenía que cantar
bajo una lluvia de cucarachas
entonces 
en realidad
abrí los ojos 
estaba cruzando pompeya
un sábado a la madrugada
arriba del 160
y la chica al lado mío estaba dormida
también
y vomitada
y vestida de fiesta.




Tic tac 

soy una bomba a punto de estallar
un ramillete de lilas
pero sigan camino
que
aquí no hay nada para ver
sólo barro y desgracia.



Pop

ayer fue el día de la poesía 
no pude escribir nada
pero tuve un sueño
en que había 
duraznos podridos 
por todo finky
bajo la luna llena
había 
policías y rejas
y una malísima obra de títeres
y estabas vos
y te reías.




María Emilia Merlo (Temperley, 1994). Publicó su primer poemario Bajo (2015) con Editorial Gigante. Formó parte de la antología Diarios de autor (2016) y ha colaborado en diferentes publicaciones virtuales. Actualmente cursa la licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y mantiene el blog http://laspenasylasvaquitas.tumblr.com/

1 comentario:

  1. La puta madre, Emilia, sos inmensaaaa

    No sé que carajo pensarás de vos misma, pero sos una poeta de la puta bien puta bien puta madre. Tus versos son una descarga fisiológica, un golpe de inspiración, un no sé! no sé! pero te hacen sentir, sen-tir, entendes?.

    Cuidate y cuidá lo que tenes, que es bueno y hace bien.
    (Es un poquito máaas que hacerte bieeen, bieeren)

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