viernes, 26 de febrero de 2016

Celeste Dieguez




2

holograma de bondi proyectado al rojo
sobre la ladera sureste del puente pueyrredón
tiembla el hueso combo la lona del  mamut hinchada 
sudando y rugiendo tanto estruendo 
bajo el peso del viento
hay una nube  de aceite que empuja  hacia acá el coro sordo
la polvareda  del crepúsculo fabril 
sulfatadas  canciones de borato de sodio:
- Hermes el mensaje ha llegado algo roto
pero la legibilidad es nuestro deber beber; 
adentro sobre la mesa
baja junto al falso fuego
una radiotensión 
una onda captada 
que corte tajadas de sentido o  al menos de peceto 
para poder armar con ellas un  álbum familiar
o un sanguchito 
algo que explique
lo que se escurre en el silencio opuesto 
al tránsito que insiste en desnivelar la zona a estas horas inciertas; 
agazapados y anémicos 
inventamos con la luz un símil que garantice
algún  registro del tiempo que pasa y no nos queda.



3

La tierra establece surcos paralelos
equidistantes 
entre el supermercado  de los chinos y mi casa,
como una granada de cemento y liquen 
hacia arriba montaña
hacia abajo la  profundidad
hendida
ha crecido a la sombra de la avenida que la enhebra.
Camelias y camellos deambulan por igual
la ciénaga voraz  los engendra continuamente.

Yo agarro entre mis pinzas lo que no se entiende 
pero se supone debe ser el reborde de algo
que se llama a si mismo lo real
y con mi cuerpo caliente atravieso  la estepa 
dura como bala de algodón o  blanda como un disco de plomo
un rumor de voces me acompaña, quieren cerrar  algún tipo de trato
El diablo chico que nada bajo la calle Vieytes 
se detiene  bajo mis pies
y aúlla:
-Vas a venir de una vez por todas al hoyo?
Todavía no, le digo; falta,
hay carnada.






5

El filtrar constante de contenidos dejó la información en banda negativa
hacia arriba nada hay que no me prive  
nada que se me presente lleno
me embriaga  el olor de la libertad  pero a su vez 
las partes cortadas arden como el  diablo
y sé que el costo cuesta
y que el ave fénix no es un pollo 
y que la autonomía  siempre se paga con aislamiento.





6

La conciencia te libra del mal
Todos los niveles de conciencia
Todos los males 
pero no lo suficiente
La mismidad no es conmigo misma
la sangre no es vino
y el cuadro se mueve.
Lo roto se rearma veloz en lo inesperado
las piezas surcan  el espacio y se agrupan en coágulos de materia y tiempo
Lo que ya no está  vuelve a formarse
Los pedazos se aman  y crean  la vida eterna
El material, el cemento, el porlan
Las vigas,  los cruces y las constelaciones
Recalculando
trozos de cerámica y vidrio flotan a gran velocidad alrededor de mi cabeza 
Soy lo que no se
Soy lo que saldrá de aquí
Soy una reflexión
Un tipo de pintura algo especifico
Una pared



Celeste Diéguez, 1979, Chascomús. Publicó  La capital, (Ediciones Vox, Bahía Blanca, 2012),  La enfermedad de las niñas, (Club Hem Editores, La Plata, 2013), El camino americano, (Eloísa Cartonera, Buenos Aires, 2015). Participó de  las antologías: Poesía Manuscrita 2, (Color pastel, Buenos Aires , 2009),  Mangueras rojas y azules ,  (Los libros del (a) imperdible, Zaragoza, España, 2010), El último día de verano,( Club Hem Editores, La Plata, 2012),  Hijas de diablo Hijas de santo, Muestra de poetas hispanas actuales,( Niñobúho Cartonera, Ecuador, 2014) , Poesía de hoy y de siempre, (Eloísa Cartonera, Buenos Aires, 2014).Coordina la colección de poesía de Club Hem Editores.

1 comentario:

  1. OH, bello poemar, pasaba por acá por azar y quedé tintineando, Celeste, con
    "algo que explique
    lo que se escurre en el silencio opuesto"
    así sigo, trepando de silencio en silencio
    de secreto en secreto
    las palabras son el puente entre nuestros silencios.

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