martes, 26 de enero de 2016

Ana Claudia Díaz




Las orcas


El océano inmenso nos rodea acá para todos los costados. Atlántico sobre el manto. Esta mañana había aparecido una tortuga marina gigante de carey, quedaba solo su caparazón en la orilla que baña mi costa, cuando llegué. El resto del naufragio la trajo hasta acá. A veces las olas son tan altas que tapan el muelle. Yo siempre pienso que iré a abrazarte corriendo cuando venga el maremoto. Seguro lo anuncien en la radio o en algún programa del cable. Y me quedaré ahí con vos, hasta que las aguas lo cubran todo. Si nos agarra de sorpresa, subiremos a los techos y ahí ya no sé, capaz te vea de lejos, con suerte. Desde el mangrullo se ve mejor el mar, se ve más adentro. Pero no más profundo para saber si las placas están chocando o si aquel movimiento pertenece a las orcas que avanzan hacia al sur en bandadas iguales. Cincuenta orcas a lo largo de mi mar. Cincuenta orcas para ver pasar antes de dormir, para contarlas. Sus cantos de noche de sirenas de altamar. La música que tiene la playa, casi como el sonido de adentro del caracol. Pero ahora, cincuenta orcas están nadando sueltas y juntas, sin ninguna red cerca que les atrape la libertad. Sopla fuerte el viento a veces y rompe todo, desde adentro pareciera como si la costa se desarmara en mil fragmentos, retazos del sol que caen como rayos. Yo siempre vuelvo hasta la orilla. Pienso que algún día quizás salga un monstruo marino y me lleve a vivir allí adentro, con ellas al final y sin soltarte la mano. 





Mantra 


La insolación
condición de peligro frente a la agonía
la crueldad del cuerpo como un cuchillo
como una mentira madura a punto de estallar
a esa posibilidad
un ostracismo
un mantra

indecisos ciervos atraviesan mi mente
con el pelo rojizo que les da el verano
yo trepo por sus cuernos ramosos
para ver más allá
como por una escalera de trenzas de pasto seco
una hilera de hormigas morenas se discurren lentamente
hasta llegar al barro o a las maderas
me acoplo a sus ojos
tratando de rasgar el futuro espeso
con el único afán de seguir hasta el hartazgo
levemente.





Punto lobo 


Río al entramar mi vértebra
un jardín enorme de sal la verdad
busco todas las bocas descarriladas
sus bordes para iluminar el vacio su fuga
los lindes de un molusco amor
las curvas del mundo el gesto que se estadía.

Punto lobo en la maleza la memoria ahonda abismo
a destiempo es mi palabra descifrable
borrando la ondulación puedo encontrar en el degrade
la amenaza de tu nombre
esa trémula trama intencional
se pliega en la grieta donde discrepa
enmoheciendo como una ciénaga despierta
desharé el frenesí de su sonido
desoiré toda alucinación del sentido
¿paraliza con sus hilos la razón el mar?
solo hasta que brote su piel
anaranjada barba piélago del sol y nos alcance.





La conversación 


Enmudecerá todo el interior
después de horas de oírse al borde del abismo
vacío de aullidos
sobre las hierbas agrias
la duda
como un adorno
de una secuela pasajera, el desatino
como millones de tálamos trémulos
que se templan con la temperatura del azar
y siguen en pie
para no decaer olvidados
entre las cenizas del monte
y sobre el polvo, ingenua
la conversación

sí, una tropa de arboles amenazará nuestro diálogo
será una trampa
siempre fue así
la historia entre nosotros nace ausente
y se esconde atrás de las puertas
en cavernas de puros ecos
construyendo la mañana en un sótano gris
o en ninguna parte
el viento susurra salmos en mi espalda
y me resguarda en sus costuras
camino hacia el pueblo en donde sé que estás
de lejos, la escena se repite
mis vestimentas, rojas
el sol, una pirámide dorada que me insola
alumbrándome, horizontal
hasta aprender que nadie
finge una frontera.



Ana Claudia Díaz (Santa Teresita, 1983). Publicó Limbo (Pájarosló Editora, 2010 - La One Hit Wonder Cartonera, 2012), Conspiración de perlas que trasmigran (Zindo & Gafuri, 2013) y Una cartografía de la insolación (Club Hem, 2015); las plaquetas Vuelto Vudú (Pájarosló, 2009), La ecología de las poblaciones (Pájarosló, 2010) y Al antojo de las anémonas (Color Pastel, 2011). Participó en las antologías Pájaros en la frente (Pajárosló, 2011), La Juntada (APOA, 2012), Canciones (Ediciones presente, 2013), Re-Invención (Proyecto Madonna, 2013), Estaciones (La Parte Maldita, 2013), Poesía Deliberada (Textos Intrusos, 2013) y Poesía de hoy y de siempre (Eloisa cartonera, 2014). www.anaclaudiadiaz.blogspot.com



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